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Desde hace varios años se sabe que las estrellas que albergan planetas son generalmente más ricas en elementos más pesados que el hidrógeno y el helio, conocidos en astronomía como "metales". Sin embargo, un nuevo estudio ha ayudado a sugerir que lo contrario también puede ser cierto: los planetas pueden ser sus estrellas anfitrionas Menos metal rico de lo que deberían ser de otra manera.
La nueva investigación está dirigida por Ivan Ramirez en el Carnegie Institution for Science. En él, el equipo analizó el inusual sistema exoplanetario 16Cygni. El sistema estelar en sí es un sistema estelar triple compuesto por dos estrellas similares al sol (A y B), así como una enana roja (C). La estrella solar A y la enana roja forman un sistema binario estrecho con la estrella B similar al sol en una órbita más amplia de casi 900 UA. Se descubrió que CygniB era el anfitrión de un planeta joviano en 1996, lo que lo convirtió en uno de los primeros sistemas que contiene un planeta extrasolar.
El estudio analizó los espectros de las dos estrellas de tipo solar y descubrió que la que rodea al planeta en órbita era notablemente más baja en metales que la de la órbita binaria con la enana roja. Debido a que ambas estrellas deberían haberse formado a partir de la misma nube molecular, los astrónomos suponen que sus composiciones iniciales deberían ser idénticas. Dado que ambas son masas similares, también deberían haber evolucionado de manera similar en su vida de secuencia principal, lo que debería descartar la divergencia en sus huellas dactilares químicas.
Propiedades similares se han observado en un artículo de 2009 por astrónomos de la universidad de Oporto en Portugal. En ese estudio, el equipo comparó nuestro propio Sol con otras estrellas de composición y edad similares. Descubrieron que el Sol tenía una característica extraña: se agotaba notablemente en elementos conocidos como metales refractarios en comparación con los elementos volátiles con bajas temperaturas de fusión y ebullición. El equipo sugirió que esos elementos faltantes pueden haber sido robados al formar planetas. El estudio más reciente hace la misma proposición.
Ambos equipos señalan que el efecto no es concluyente. Consideran que 16CygA puede haber sido contaminado por elementos pesados, posiblemente por la acumulación de un planeta o material similar. Sin embargo, señalan que si este fuera el caso, también deberían esperar ver una cantidad adicional de litio. Sin embargo, la abundancia de litio para las dos estrellas coincide. El documento de 2009 considera casos similares. Consideran que la nebulosa solar puede haber sido sembrada por una supernova cercana que mejoraría la abundancia, pero los elementos mejorados no parecen coincidir con las producciones esperadas para ningún tipo de supernova. Aún así, con un número tan pequeño de sistemas para los cuales se ha descubierto este efecto, tales casos de alegatos especiales todavía están dentro del ámbito de la posibilidad estadística. El trabajo futuro indudablemente buscará efectos similares en otros sistemas planetarios. Si se confirma, tales rarezas elementales podrían considerarse como un signo de formación planetaria.