Crédito de imagen: Cornell
El telescopio del Observatorio de Arecibo, el radiotelescopio de plato único más grande y sensible del mundo, está a punto de volverse mucho más sensible.
Hoy (miércoles 21 de abril) el telescopio recibió un nuevo "ojo en el cielo" que convertirá el enorme plato, operado por la Universidad de Cornell para la National Science Foundation, en el equivalente de una cámara de radio de siete píxeles.
La nueva adición compleja al telescopio de Arecibo fue arrastrada 150 metros (492 pies) sobre el plato reflector del telescopio de 1,000 pies de diámetro (305 metros) a partir de las primeras horas de la mañana. El dispositivo, del tamaño de una lavadora, tardó 30 minutos en llegar a una plataforma dentro del domo gregoriano suspendido, donde finalmente se enfriará y luego se conectará a un sistema de transmisión de fibra óptica que conduce a procesadores de señal digital de ultra alta velocidad. El nuevo instrumento se llama ALFA (para la matriz de alimentación de banda L de Arecibo) y es esencialmente una cámara para tomar imágenes de radio del cielo. ALFA llevará a cabo estudios de cielo a gran escala con una sensibilidad sin precedentes, lo que permitirá a los astrónomos recopilar datos aproximadamente siete veces más rápido que en la actualidad, dando al telescopio un atractivo aún más amplio para los astrónomos.
El receptor ALFA fue construido por el grupo de investigación australiano, Commonwealth Scientific & Industrial Research Organization, bajo contrato con el Centro Nacional de Astronomía e Ionosfera (NAIC) en Cornell, en Ithaca, Nueva York. El personal técnico del observatorio supervisó el desarrollo de ALFA. El resto del sistema ALFA, incluidas las máquinas de procesamiento de datos ultrarrápidas, están en desarrollo en NAIC.
Los radiotelescopios tradicionalmente se han limitado a ver solo un punto, un solo píxel, en el cielo a la vez. Se han construido imágenes del cielo mediante la imagen minuciosa de un lugar tras otro. Pero ALFA permite que el telescopio vea siete puntos (siete píxeles) en el cielo a la vez, recortando el tiempo necesario para realizar estudios de todo el cielo. Steve Torchinsky, gerente de proyecto de ALFA en el Observatorio de Arecibo, dice que el nuevo dispositivo permitirá encontrar muchas estrellas nuevas y densamente rápidas llamadas pulsares y mejorará las posibilidades de detectar sistemas muy raros, por ejemplo, un púlsar orbitando un agujero negro.
También mapeará el gas de hidrógeno neutro en nuestra galaxia, la Vía Láctea, así como en otras galaxias. El hidrógeno es el elemento más abundante en el universo. "Se planea una gama completa de ciencia para ALFA", dice Torchinsky. "La gran área de recolección de Arecibo es particularmente adecuada para los estudios de púlsar".
NAIC encargó a CSIRO la construcción de ALFA tras el éxito de un innovador instrumento "multihaz" que diseñó y construyó para el radiotelescopio Parkes en el este de Australia. Ese instrumento aumentó la vista del telescopio Parkes 13 veces, por lo que es práctico por primera vez buscar galaxias débiles y ocultas en todo el cielo.
Fuente original: Comunicado de prensa de Cornell