Existe un potencial "cementerio cometario" de cometas inactivos en nuestro sistema solar que vagan entre Marte y Júpiter, según un nuevo artículo de investigación colombiano. Esto contradice una visión de larga data de que los cometas se originan en los márgenes del sistema solar, en la Nube de Oort.
Misteriosamente, sin embargo, se han visto 12 cometas activos dentro y alrededor del cinturón de asteroides. Los astrónomos teorizan que debe haber una serie de cometas inactivos en esta región que estallan cuando una fuerza gravitacional perdida de Júpiter empuja a los cometas para que reciban más energía del Sol.
Los investigadores examinaron los cometas que se originan en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter, un lugar donde se cree que solo hay asteroides (cuerpos pequeños compuestos principalmente de roca). Los cometas, por el contrario, son una mezcla de rocas y hielo. El hielo se derrite cuando el cometa se acerca al sol y puede formar colas espectaculares visibles desde la Tierra. (Aquí hay más detalles sobre la diferencia entre un cometa y un asteroide).
"Imagine que todos estos asteroides dan vueltas alrededor del Sol por eones, sin indicio de actividad", dijo Ignacio Ferrín, quien dirigió la investigación y es parte de la Universidad de Antioquia en Colombia.
"Hemos descubierto que algunas de estas no son rocas muertas después de todo, sino que son cometas latentes que aún pueden volver a la vida si la energía que reciben del Sol aumenta en un pequeño porcentaje".
El equipo cree que esta zona era mucho más activa hace millones de años, pero a medida que la población envejecía se volvían más tranquilas.
"Doce de esas rocas son verdaderos cometas que fueron rejuvenecidos después de que su distancia mínima del Sol se redujo un poco", declararon los investigadores.
"La poca energía extra que recibieron del Sol fue suficiente para revivirlos del cementerio".
Vea más detalles de la investigación en los Avisos mensuales de la Royal Astronomical Society. También hay una versión preimpresa disponible en Arxiv.
Fuente: Real Sociedad Astronómica