¿Recuerdas las increíbles imágenes de una avalancha en Marte en marzo de este año desde la cámara HiRISE en el Mars Reconnaissance Orbiter? Si no fuera por dos geólogos que estudian los accidentes geográficos en Alaska, los científicos del MRO podrían no haber estado atentos a tal evento, o podrían no haber sabido lo que estaban viendo. Un viaje fortuito de una semana a Alaska por Craig Kochel y Jeffrey Trop, profesores de geología en la Universidad de Bucknell, les ayudó a predecir una de las observaciones planetarias más importantes e impresionantes jamás realizadas. Ser testigo de una avalancha o deslizamiento de tierra en acción en Marte nos ha ayudado a darnos cuenta de que el Planeta Rojo sigue siendo un planeta dinámico y en constante cambio.
Los dos geólogos estaban en Alaska para un viaje de ocho días en julio de 2006, estudiando las características geológicas y los procesos que las crean. Al prepararse para el viaje, observaron fotografías del área por la que estarían caminando y notaron varias características en las fotografías que parecían familiares. Kochel pensó que le recordaban las imágenes que había visto cuando trabajaba en las misiones vikingas a Marte en la década de 1970. Tanto en las fotografías como mientras caminaban, vieron formas terrestres en forma de triángulo llamadas "abanicos" que se veían especialmente como características en Marte. Pero, al principio no sabían lo que eran.
Durante su corto tiempo en Alaska vieron más de 200 avalanchas de nieve, hielo y / o rocas. Se dieron cuenta de que estos eventos estaban creando las características de los fanáticos en Alaska, y determinaron que las avalanchas similares en Marte estaban creando esas mismas características. Además, creían que todavía podrían ocurrir avalanchas en Marte debido a los cambios en las temperaturas de la luz solar que golpea una pared del acantilado.
En una presentación en la conferencia científica lunar y planetaria, Kochel y Trop compartieron sus hallazgos y explicaron que con un poco de suerte y un buen momento, sería posible tomar fotografías de avalanchas marcianas.
Sorprendentemente, poco después, el orbitador envió imágenes de una avalancha de flujo de hielo en acción en Marte. Trozos de hielo, polvo y posiblemente rocas se estrellaron desde áreas altas y empinadas, enviando nubes de material fino que se elevaban hacia arriba. La nube en sí tenía unos 180 metros de diámetro. La causa exacta de la avalancha no se conoce con certeza, pero podría deberse a que el sol calentó capas de hielo. Esta fue la primera vez que se observó una avalancha en otro mundo, y fue la confirmación perfecta de las ideas de Kochel y Trop.
Estudios como este muestran que aunque la Tierra y Marte son lugares muy diferentes, en muchos sentidos pueden ser asombrosamente similares.
Aquí hay más imágenes de la avalancha de Marte.
Fuente original de noticias: Revista Astrobiología