Puede ser difícil de creer, pero las estrellas masivas son más grandes en su etapa infantil que cuando están completamente formadas. Esta investigación ahora confirma la teoría de que las estrellas masivas se contraen hasta que alcanzan la edad de equilibrio.
En el pasado, una de las dificultades para probar esta teoría ha sido la casi imposibilidad de obtener un espectro claro de una estrella masiva durante la formación debido a la obscuridad del polvo y los gases. Ahora, utilizando el potente espectrógrafo X-shooter en el Very Large Telescope de ESO en Chile, los investigadores han podido obtener datos sobre una estrella joven catalogada como B275 en la "Nebulosa Omega" (M17). Construido por un equipo internacional, el X-shooter tiene una cobertura de longitud de onda especial: de 300 nm (UV) a 2500 nm (infrarrojo) y es la herramienta más poderosa de su tipo. Su imagen de "un disparo" ahora nos ha proporcionado la primera evidencia espectral sólida de una estrella en camino a la secuencia principal. Siete veces más masivo que el Sol, B275 ha demostrado ser tres veces más grande que una estrella de secuencia principal normal. Estos resultados ayudan a confirmar el modelado actual.
Cuando las estrellas jóvenes y masivas comienzan a fusionarse, se envuelven en un disco de gas giratorio donde comienza el proceso de acumulación de masa. En este estado, también se producen chorros fuertes en un mecanismo muy complicado que no se entiende bien. Estas acciones fueron informadas anteriormente por el mismo grupo de investigación. Cuando se completa la acumulación, el disco se evapora y la superficie estelar se vuelve visible. A partir de ahora, B275 está mostrando estos rasgos y su temperatura central ha alcanzado el punto donde ha comenzado la fusión de hidrógeno. Ahora la estrella continuará contrayéndose hasta que la producción de energía en su centro coincida con la radiación en la superficie y se logre el equilibrio. Para hacer la situación aún más curiosa, el espectro del tirador X ha demostrado que B275 tiene una temperatura de superficie considerablemente más baja para una estrella de su tipo, una muy luminosa. Este amplio margen de diferencia puede equipararse a su gran radio, y eso es lo que muestran los resultados. Las intensas líneas espectrales asociadas con B275 son consistentes con una estrella gigante.
El autor principal, Bram Ochsendorf, fue el hombre que analizó el espectro de esta curiosa estrella como parte del programa de investigación de su Maestría en la Universidad de Amsterdam. También comenzó su proyecto de doctorado en Leiden. Ochsendorf dice: "La gran cobertura de longitud de onda del tirador X brinda la oportunidad de determinar muchas propiedades estelares a la vez, como la temperatura de la superficie, el tamaño y la presencia de un disco".
El espectro de B275 se obtuvo durante el proceso de verificación científica de X-shooter por los coautores Rolf Chini y Vera Hoffmeister de la Ruhr-Universitaet en Bochum, Alemania. "Esta es una hermosa confirmación de los nuevos modelos teóricos que describen el proceso de formación de estrellas masivas, obtenidas gracias a la extrema sensibilidad del tirador X", comenta el supervisor del profesor Ochsendorf, Lex Kaper.
Fuente original de la historia: Primera clasificación espectral firme de una estrella de secuencia pre-principal temprana B: B275 en M17.